24.3.06

EL CUERPO DE SEGURIDAD DE TRAPISONDA

El Cuerpo de Seguridad de Trapisonda es el cuerpo del Segurata Manolo, que gasta sus días en vigilar como un halcón. Una vez que le rateaba la moral de victoria entró en una clase de "Predicciones y chismes" y salió convencido de que si los malvados llegaban a enterarse del pensamiento profundo de Trapisonda, menudearían bombas y ráfagas de metralleta y a él le darían de uno a seis tiros en la nuca. Ahora sí que debo trabajar. -se dijo.

Así empezaron sus tradicionales Partes, con notables visiones: "detectados dos catalanes y un vasco", solían decir. Veamos, Segurata Manolo: alabo su celo pero debo preguntarle si ha fabricado algún detector de nacionalidades, porque es usted inusitadamente exacto: ¿hay acaso una cara típica de catalán, como la hay de japonés? ¿La hay de vasco?

-Sí la hay. Claro que sí. Los vascos son fáciles, por la chapela. Los catalanes son más difíciles y hay que esperar a que abran la boca. Además, ésos que detecto cada día son Jorge, el de la prensa, y Poncio, el vagabundo, que no sabe qué le pasó. Estaba en el Paseo de Gracia pidiendo lumbre a un pasajero del metro y se despertó aquí, en Argüelles. Y sin trasbordo. El vasco es el señor Rector Abundio.

Esta vez lo que detectó el Cuerpo de Seguridad fue más chocante aún: Un nuevo pecado mortal. No lo pasó por alto el Rector Magnífico, experto como era en Psico-psicología y Ciencias Ocultadas. "¿Cómo se las ingenia, Segurata Manolo, para percibir los pecados mortales nuevos?"

-No son verdaderos, señor. Pero casi. Son las cosas que no se pueden decir libremente sin recibir un tantarantán.

-Buena palabra.

-Tantarantán en sentido figurado, si puedo decirlo. O sea, va usted y dice "Calvo Sotelo sí que era un tío" y le cae el tantarantán. Incluso si se refiere al Calvo-Sotelo demócrata pero presidente. Veamos, está el pecado de fascismo; el pecado de fumador; el pecado de homófobo, que es decir maricones nasti; el pecado de machista; el pecado de extremaderecha; el pecado de centralista; el pecado de españolista, malo si te lo llaman; el pecado...

-¿Y el nuevo?

-El de escéptico. Pasa desde lo del alto el fuego permanente. Se conoce que ha habido gente que no se ha creído lo de permanente y lo ha dicho. O sea, que lo duda; que hay que ver qué bien se llevan los socialistas de las checas con los comunistas de la Eta. Y que ellos no se creen nada que no venga envuelto en celofán. Entonces se les dice escépticos y se rajan. Por el contexto he sacado la conclusión de que quiere decir "fascista de mierda y españolista". Eso les pasa por no creer ni a Zapatero ni a la Eta. Pronto no habrá escépticos, ya lo verá. O sea, si dudas, no conduzcas.

-¿Tal vez es el escepticismo de derecha?

-Sin duda, señor. De la más dura.

-¿Y usted cree que Trapisonda es escéptica?

-Claro. Aquí no se creen nada por que sí. Y se cachondean -con perdón por la metáfora- hasta del lucero del alba, como si fuera el lucero de Álaba.

-¿Y es usted de derechas, Segurata Manolo?

-Sí, lo soy, Mayormente porque la tonfa influye mucho en el carácter.

-Pues siga, siga. Detécteme todo lo detectable y no deje de avisarme si percibe a alguien del CNI.

-Je. -dijo el Segurata- A esos se les distingue por la gabardina o porque siempre llevan periódico. En la COES nos lo enseñaban: para infiltrarse un periódico es lo mejor. El País, preferentemente.