26.4.06

QUIEN NO SEA SIMIO QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA

Será por la paranoia de estas páginas, pero una de dos: en esta foto o Carod está haciendo uno de esos toqueteos de simio o está contando cómo piensa pegarse un tiro si resucita Lerroux.


Esta va a ser una más de las leyes zapateras, o sea, fracasa el diálogo de civilizaciones y el tío se lanza al diálogo entre las especies, o sea, con los simios, que no dicen nada y ni siquiera ponen bombas, los analfabetos. A la rica hermandad con el gorila y el chimpacé; compañerismo con el gibón y el orangután, y luego que vaya la Vicepresidente de la Vega a bailar con ellos en la selva o en la jungla, Borneo, Sumatra, el Congo: venga a viajar y a bailar a los acordes del tamtán.

Todos venimos de la misma mona totémica que Darwin nos presentó, y tenemos prácticamente iguales los cromosomas, aunque menos pueldos, hermanos del alma, hermanos. O sea, nada de crueldad, porque no ser crueles es una virtud humana no muy extendida. Pero eso es una cosa y darles derechos “humanos”, otra, porque ya me dirán qué harán los simios de los zoológicos españoles a la hora de votar. ¿Se irán a la querencia familiar y votarán Zapatero? ¿Chamullará el presidente la lengua mandril para prometerles cacahuetes gratis total y un escaño en el Senado, que para eso son escaños inútiles?

Si esto falla, como es probable, y los gorilas siguen dando mamporros, habrá que dar derechos humanos al hipopótamo, que hace más bulto y, por lo tanto, llena mejor el vacío del cerebro progresista. Al hipopótamo y al cachalote. Se nos olvidaba: y al buitre; bueno para ministro de Hacienda.

Con tal empuje humanitario, ya podrían tratar de dar derechos a los cubanos, por poner un ejemplo.

APOYADA POR EL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO

Iniciativa para reconocer derechos humanos a los simios

La Iglesia cree que "el exceso de progresismo lleva al ridículo" y lamenta que se reconozca a los simios lo que se niega a los embriones humanos

OTR/PRESS
Madrid

Una iniciativa apoyada por el Grupo Socialista del Congreso para reconocer a los simios derechos humanos ha levantado ya la polémica, en víspera de su presentación oficial. A propuesta del diputado Verde adscrito al PSOE, ha sido admitida a trámite una proposición no de ley de adhesión a del Gobierno al Proyecto Gran Simio, que defiende incluir a los antropoides no humanos en la categoría de "personas". Este propósito ya ha sido contestado desde la Iglesia Católica, advirtiendo que "por ser demasiado progre se puede caer en el ridículo" y criticando que se reconozca a estos animales unos derechos que se niega a los embriones.

La iniciativa Proyecto Gran Simio e impulsada por una organización internacional del mismo nombre, será presentada mañana en una rueda de prensa en el Congreso auspiciada por el Grupo Socialista, que de la mano del diputado de los Verdes, Francisco Garrido, ha invitado a representantes resto de las fuerzas parlamentarias.

La convocatoria se hace con ocasión de la admisión a trámite de una proposición no de ley que insta al Gobierno a declarar su apoyo al proyecto y a "emprender las acciones necesarias en los foros y organismos internacionales, para la protección de los grandes simios del maltrato, la esclavitud,

El periodista y escritor Joaquín Araújo, presidente de la entidad, junto al secretario general, Pedro Pozas, darán a conocer este proyecto, que, según adelantó ayer a OTR/Press el propio Araújo, quiere ser el germen de "una gigantesca escuela de pacifismo" que elimine la crueldad hacia los animales.

Araújo precisó que en realidad, el hecho de otorgar derechos humanos a las especies de monos antropomorfos que son genéticamente idénticas a los hombres es en realidad "una excusa" para tender un puente hacia el mundo animal y que luego sea extensible al resto de las especies.

Escuela de pacifismo
Según lo ve esta organización, la capacidad de estos animales para tener y padecer reacciones parecidas a las nuestras es el nexo para reconocerles un parentesco, que a su vez supone un "inmejorable instrumento de educación" que nos lleve a ser responsables con el mundo animal y crear "una gigantesca escuela de pacifismo".

Esta declaración de intenciones tendría su primera consecuencia en la eliminación de crueldades, que en el caso de los simios son las persecuciones, su captura, su experimentación en laboratorios.

Joaquín Araújo asegura que las actuales leyes generalistas como el Tratado de Washington, que ya prohíbe capturarlos y que incluso recomienda no utilizarlos como atracciones son "insuficientes". Aunque cree que podría no ser necesario llegar a otorgar derechos humanos a los animales, considera que su reconocimiento inicia un proceso en el que, "a partir de los simios, toda la vida es cercana". •

Eso es: toda la vida es cercana y que dejen ya de sacarles filetes a las vacas, que son algo familia.

El Rector Díscolo